Statement on the Death of Wilmar Córdoba
Refugees International is deeply saddened to learn of the death of Wilmar Córdoba, son of Marino Córdoba, the president of the National Association of Displaced Afro-Colombians (AFRODES). Wilmar was assassinated yesterday, October 24, 2016, following months of threats against AFRODES and its dedicated leaders and staff.
Along with the members of AFRODES, human rights activists throughout the country have been the target of countless threats. Between January and September of 2016, 54 human rights defenders were killed and another 323 were targets of aggression. Those demanding the respect and reinstatement of the rights of Colombia’s marginalized populations are most at-risk.
Colombia’s indigenous people and the country’s Afro-Colombians are among the most affected by the multiple conflicts in Colombia. While accounting for 1.5 percent and 17 percent of the national population respectively, they constitute 73 percent of those affected by mass displacement.
AFRODES has played a fundamental role in elevating the needs of displaced Afro-Colombians, and ensuring that they were incorporated into the peace agreement negotiated in Havana. For that, Mr. Cordoba and his family have paid the ultimate price. Refugees International calls on Colombian State Authorities and their international partners to take concrete actions to protect human rights and displaced persons’ defenders. The State must ensure that those responsible for Mr. Cordoba’s death are held accountable.
Comunicado sobre la muerte de Wilmar Córdoba
Refugees International lamenta profundamente la noticia de la muerte de Wilmar Córdoba, hijo de Marino Córdoba, presidente de la Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados (AFRODES). Wilmar fue asesinado ayer, octubre 24 de 2016, luego de meses de amenazas contra AFRODES y sus comprometidos líderes y miembros.
A la situación de los miembros de AFRODES se suman activistas de derechos humanos en todo el país que por mucho tiempo vienen siendo objeto de amenazas y agresiones. Entre enero y septiembre de 2016, 54 defensores de derechos humanos fueron asesinados y 323 fueron víctimas de otros tipos de agresiones. Aquellos en mayor riesgo son quienes exigen el respeto y restablecimiento de los derechos de las poblaciones marginadas en Colombia.
Los grupos étnicos indígenas y afros en Colombia son particularmente afectados por los múltiples conflictos y violencias que vive el país. Como grupos minoritarios, los indígenas y afrocolombianos representan el 1.5% y 17% del total de la población; sin embargo, constituyen el 73% de las víctimas de desplazamiento forzado masivo.
AFRODES ha jugado un papel fundamental de interlocución y defensa de las necesidades y derechos de los afrocolombianos desplazados por la violencia, y su participación en el proceso de paz en la Habana fue clave para incorporar el capítulo étnico en el acuerdo. Por esto, el señor Córdoba y su familia pagaron el precio final, el sacrificio de la vida de su hijo. Refugees International hace un llamado a las autoridades colombianas y a sus aliados internacionales para que tomen cartas en el asunto y realicen acciones concretas para proteger los derechos humanos y la vida y la integridad de los defensores de las personas desplazadas. El Estado está en el deber asegurar que aquellos responsables por el homicidio de William Córdoba sean llevados a la justicia y respondan por sus actos.